El techo
Como explicamos en este artículo, lo primero que hicimos fue aislar el techo de la furgoneta con planchas de XPS de 2 cm. Esto es esencial para mantener una buena temperatura dentro de la furgoneta, sobre todo en climas más extremos, donde el sol da directamente en la chapa y la convierte en un horno, o cuando hace frío y cualquier pérdida de calor se nota al instante. Para ello, añadimos también una barrera de vapor que ayuda a evitar la acumulación de humedad. Es un paso sencillo, pero crucial para el confort y la durabilidad del espacio.
Una vez tuvimos la barrera de vapor en su lugar, colocamos una plancha de madera contrachapada de 3 mm en el techo. Es importante medir bien y hacer los agujeros necesarios para las claraboyas y las luces antes de fijar las maderas. Esto lo hicimos atornillando las planchas de contrachapado a los rastreles, lo que dio firmeza y estabilidad.
Los rastreles son los listones de madera que colocamos previamente, puedes verlo aquí.Después de barajar muchas opciones, queríamos algo que le diera un toque especial, acogedor y cálido al interior, así que probamos a revestir el techo con alfombras de bambú natural.
El resultado nos encantó: un acabado bonito, con un aire natural, además de ser un material ligero y fácil de limpiar. Cortarlas y colocarlas fue más sencillo de lo que pensábamos: las ajustamos con cúter y caladora, y las pegamos al techo usando cola de contacto.
Puede parecer una tontería, pero aislar también el techo no solo ayuda con la temperatura, sino que funciona como aislante acústico. En serio, se nota. Cuando llueve, el ruido no rebota tanto y no suena a lata. Es un detalle que al principio no tuvimos tan en cuenta, pero ahora agradecemos un montón en las noches de tormenta.
👉 Un consejo: Asegúrate de que el material que utilices para la barrera de vapor esté bien fijado y sellado, para evitar cualquier filtración de humedad.
El suelo
Pasamos al suelo, uno de los puntos clave para que la furgo sea un lugar cómodo de verdad. Lo primero que hicimos fue aislar con planchas de XPS de 2 cm, un material ligero, económico y con muy buen rendimiento térmico. Ideal para superficies planas como el suelo o el techo.
Para que el aislante no se deformara con el tiempo, colocamos listones de madera de 2 cm como refuerzo, fijados con silicona caliente. Aunque no era obligatorio, también añadimos una barrera de vapor encima del aislante para prevenir posibles problemas de humedad a largo plazo. Esta vez usamos un plástico protector para pintores.
Después, reutilizamos la madera original del suelo de la furgo, que estaba en muy buen estado. Solo la lijamos un poco y la adaptamos, aprovechando lo que ya teníamos. Antes de colocarla, sacamos el patrón en cartón para luego cortar bien el vinilo.
🧩 Tipos de suelo para camper
A la hora de elegir el acabado, hay muchas opciones:
- El suelo vinílico en rollo es ligero, impermeable, fácil de limpiar y con buenos diseños, aunque los más finos pueden marcarse.
- El PVC tipo click es más robusto y se instala sin adhesivos, pero pesa más.
- La tarima flotante da un rollo hogareño muy guapo, pero no se lleva bien con la humedad.
- La madera contrachapada barnizada es natural y personalizable, aunque necesita mantenimiento.
- La moqueta es acogedora y aísla bien, pero es muy difícil de limpiar.
- Las lamas vinílicas autoadhesivas son fáciles de poner y reemplazar, aunque si el suelo no está nivelado se pueden despegar.
Nuestra elección
Nosotros nos decidimos por suelo de vinilo en rollo, usamos unos 6 m². Es resistente, fácil de mantener, ligero y le da al interior un acabado limpio y moderno. Como nos dijeron al comprarlo, al ser menos de 20 m² no hacía falta pegarlo entero, así que lo fijamos con un poco de cola en los extremos y clavos en las esquinas.
👉 Algún consejo:
El vinilo es una opción súper práctica, pero mide bien antes de cortar para evitar errores.
Si la madera original está bien, ¡reutilízala! Una lijada y listo.
Mientras sigas camperizando, protege el suelo con el patrón de cartón para que no se raye ni se manche.
