Muebles camper: cómo construimos armarios, baúles y cajoneras

Cuando te lanzas a camperizar una furgoneta, hay una cosa que aprendes rápido: cada centímetro cuenta. En este apartado de nuestra camperización, queremos contarte cómo hicimos los armarios superiores, los baúles/asientos y la cajonera, combinando lo que aprendimos, lo que nos inventamos y los errores que nos enseñaron más que cualquier tutorial.


🪚 Armarios superiores

Una de las primeras cosas que decidimos fue que necesitábamos espacio de almacenaje sin perder amplitud visual. La solución fue construir unos armarios altos, de esos que van encima de la cama. Sí, tipo autocaravana, pero sin parecer un armario de cocina colgado en el aire.

¿Cómo lo hicimos?

  1. Diseño y plantillas: Antes de lanzarnos a cortar la madera definitiva, empezamos haciendo las plantillas de los laterales con cartón. Esto nos permitió ver cómo quedaban realmente en la furgo y ajustar las medidas sobre el terreno. Luego pasamos esas formas a un retal de madera e hicimos una última prueba antes de cortar el definitivo.

  2. Material: Elegimos contrachapado fenólico de pino de 15 mm. Es resistente, aguanta peso sin problema y no añade demasiado al total, algo clave cuando cada kilo cuenta.

  3. Estructura: Una vez tuvimos los laterales listos, los unimos con travesaños para que todo quedara bien firme. En la base de los armarios pusimos un par de estantes curvos que se adaptan a la forma de la furgo, aprovechando hasta el último centímetro de almacenamiento.

  4. Iluminación LED: Como los armarios van justo encima de la cama, queríamos tener una luz cálida y útil sin instalar apliques que ocuparan espacio o molestaran. La solución: tiras LED empotradas con difusores, que colocamos justo debajo de los armarios. El resultado es una luz acogedora y práctica, perfecta para leer o para encontrar los calcetines sin moverse demasiado.

  5. Montaje: Todo el conjunto lo fijamos con remaches roscados a los refuerzos del techo, y lo atornillamos a los rastreles grandes que ya teníamos en las paredes. Las puertas las montamos con bisagras de cazoleta —esas que quedan ocultas— y para hacer el hueco usamos la fresadora (aunque existe una broca específica, nosotros ya le teníamos el punto pillado a la fresadora y nos apañamos bien).

  6. Detalles finales: Añadimos separadores interiores para organizar mejor el espacio, colocamos láminas de madera más finas como fondo de armario, y pusimos pistones neumáticos para que las puertas se mantuvieran abiertas sin darnos un susto. Para rematar, una buena lijada, pintura, y listos para llenarlos de trastos.

🧳 Extra: Armarios sobre la cabina

Como nos había sobrado algo de madera, decidimos no desperdiciarla y construir dos armarios más justo encima de la cabina. Son perfectos para guardar cosas que no usamos tan a menudo, pero que siempre viene bien tener a mano.

Para organizarlos mejor, añadimos un separador central y abrimos unos agujeros laterales que nos permiten aprovechar hasta los rincones más escondidos. También colocamos un rastrel extra en la parte superior para fijar bien las puertas.

El proceso fue el mismo de siempre: bisagras de cazoleta, pintura, un par de ajustes… ¡y listos para llenarlos con todo lo que no sabíamos dónde meter!

🪑 Baúles: asientos, almacenaje y baño escondido

En nuestra furgo, los asientos no son solo para sentarse: también esconden un buen espacio de almacenamiento. Están justo al lado de la cama, en la zona del comedor, y los diseñamos con tres cosas en mente: que fueran cómodos, resistentes y que aprovecharán cada rincón.

El proceso

Cortamos toda la estructura en contrachapado fenólico de 15 mm, porque si íbamos a sentarnos (y tumbarnos de vez en cuando), tenía que ser firme.

Hicimos dos baúles: uno de 1,10 m y otro de 60 cm. Ambos de 50 cm de alto y 50 cm de fondo. Uno de ellos lo adaptamos al paso de rueda, cortando la madera a medida para que encajara perfecto. El otro nos tocó modificarlo un poco más: ahí va escondido el tubo de la calefacción estacionaria, así que le hicimos una cajita para protegerlo.

También tuvimos que adaptar la tapa, porque ese mismo baúl guarda nuestro váter seco. Le pusimos una bisagra oculta y recortamos parte de la madera para no clavarse nada al sentarse.

Añadimos dos separadores interiores, que sirven tanto para reforzar la tapa como para organizar mejor todo lo que va dentro.

Una vez montado todo, lijamos, pintamos, barnizamos y atornillamos bien al suelo y a la pared. Es importante que quede bien firme, no queremos que salga todo disparado en la primera curva.

En las tapas pusimos bisagras de piano, y para el acolchado reutilizamos colchones de espuma de 7 cm. Les hicimos fundas con la misma tela del colchón de la cama, para que todo quedara bien conjuntado y cómodo.

Si quieres ver cómo construimos nuestro baño seco, aquí te lo contamos paso a paso.

🗄️ Cajonera: orden y encimera extra

¿Dónde metes las cartas, los cables, los tuppers y todos los «por si acaso»? Nosotros lo resolvimos con una cajonera hecha a medida. La construimos aprovechando un rincón que nos quedaba libre junto al baúl individual, y aunque en un principio dudamos en si valía la pena, la verdad fue una de las mejores decisiones.

Antes de hacer el diseño definitivo, hicimos una lista con todo lo que queríamos guardar, cosa que nos permitió decidir el número de cajones y sus medidas exactas, aprovechando cada centímetro al máximo.

Cómo la hicimos

  1. Para la estructura usamos contrachapado fenólico de 15 mm, los cajones los hicimos con madera de 9 mm y el fondo de cada cajón con láminas de 5 mm. Unimos todas las piezas con cola y espigas de madera para asegurar una buena resistencia.

  2. Después de medir y replantear mil veces, cortamos la estructura, los cajones y la encimera superior. Añadimos unos travesaños internos para reforzar la cajonera y colocar los topes que impiden que los cajones se abran solos cuando la furgo se mueve.

  3. Instalamos guías telescópicas en cada cajón para que se deslicen suave y sin riesgo de que salgan disparados en una curva.

  4. Una vez montada, la pintamos, pusimos tiradores y fijamos bien la estructura al suelo, a la pared y también al lateral del baúl, para que quedara bien sólida.

  5. Para cerrar la parte superior, colocamos un trozo de encimera que nos había sobrado de la cocina. Quedó perfecta: resistente, fácil de limpiar y además nos da una superficie de apoyo extra muy útil en el día a día.

👉 Algún consejo:

  • El cartón es tu mejor aliado: Hacer plantillas antes de cortar madera te ahorra errores, dinero y disgustos. Siempre.

  • No subestimes los retales: terminamos muchos muebles solo con piezas que habían sobrado de otros cortes.

  • Nada es completamente recto. En una furgoneta, ni las paredes, ni el suelo, ni tus ideas. Hay que adaptarse sobre la marcha.

  • Los detalles marcan la diferencia. Una tira LED, una bisagra bien colocada o una tapa que no se cae de golpe hace que tu furgo se sienta realmente como un hogar.

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